UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
CARRERA DE MEDICINA
CATEDRA DE MEDICINA INTERNA
MESIAS OJEDA
CRISTIAN ADRIAN
PARAELO P 6
DR: EDMUNDO
TORRES
HEMORRAGIA DIGESTIVA BAJA
Se caracteriza por la pérdida de sangre
por el recto, originada distalmente al ángulo de Treitz. Su magnitud puede
variar desde el sangramiento microscópico, hasta la hemorragia exsanguinante.
Las causas pueden separarse en dos grupos, según se acompañen o no de diarrea
Hemorragia
digestiva baja:
El tubo digestivo bajo incluye la mayor parte del intestino delgado, el
intestino grueso, el recto y el ano.
ETIOLOGÍA
DEL SANGRAMIENTO:
En la anamnesis es importante tomar en
cuenta los antecedentes de úlcera péptica, consumo de medicamentos (ácido
acetil salicílico, otros antiinflamatorios no esteroidales), hipertensión
portal, sangramiento digestivo previo y vómitos persistentes. En el examen
físico se debe pesquisar la presencia de lesiones vasculares cutáneas o
mucosas, signos de enfermedad hepática crónica, hepatoesplenomegalia, ascitis y
masas abdominales.
El estudio endoscópico es el
procedimiento más útil para el diagnóstico etiológico y debe realizarse apenas
se estabilice el paciente. Permite diagnosticar la causa del sangramiento y
también efectuar medidas terapéuticas endoscópicas (esclerosis o diatermo-coagulación).
El estudio radiológico es de poca
utilidad diagnóstica. Si bien su rendimiento en el estudio de várices
esofágicas es aproximadamente del 50-70%, la radiología convencional no tiene
la sensibilidad suficiente como para diagnosticar, por otra parte, las lesiones
inflamatorias como esofagitis superficial, gastritis, úlceras superficiales o
úlceras cubiertas por coágulos.
La angiografía selectiva y cintigrafía
con glóbulos rojos marcados: Tienen indicación en sangramientos persistentes o
masivos, en los cuales la endoscopía no ha logrado demostrar el diagnóstico.
CONSIDERACIONES
GENERALES
La cantidad de hemorragia digestiva
puede ser tan pequeña que sólo puede detectarse en una prueba de laboratorio
como el examen de sangre oculta en heces. Otros signos de hemorragia digestiva
abarcan:
Heces
alquitranosas y oscuras.
Cantidades más grandes de sangre que
salen del recto. Cantidades pequeñas de sangre en el inodoro, en el papel
higiénico o en vetas en las heces (excrementos).
Vómito
de sangre.
El sangrado profuso del tubo digestivo
puede ser peligroso. Sin embargo, incluso las cantidades muy pequeñas de
sangrado que ocurren durante un período largo de tiempo pueden llevar a
problemas tales como anemia o hemogramas bajos.
Una vez que se
encuentra el sitio donde se ha producido, existen numerosas terapias
disponibles para detener la hemorragia o tratar la causa.
CAUSAS
COMUNES
La hemorragia digestiva puede deberse a
afecciones que no son serias, como:
·
Fisura
anal.
·
Hemorroides.
·
Sin
embargo, la hemorragia digestiva puede ser un signo de enfermedades y
afecciones más serias, como los siguientes cánceres del tubo digestivo:
·
Cáncer
de colon.
·
Cáncer
del intestino delgado.
·
Cáncer
del estómago.
·
Pólipos
intestinales (una afección precancerosa).
·
Otras posibles causas de hemorragia
digestiva abarcan:
Vasos sanguíneos anormales en el
revestimiento de los intestinos (también llamados angiodisplasia).
Ø
Divertículo
sangrante o diverticulosis.
Ø
Esprúe
celíaco o enfermedad de Crohn.
Ø
Várices
esofágicas.
Ø
Esofagitis.
Ø
Úlcera
gástrica (estómago).
Ø
Intususcepción
(intestino que se introduce en sí mismo).
Ø
Desgarro
de Mallory-Weiss.
Ø
Divertículo
de Meckel.
Ø
Lesión
por radiación al intestino.
Ø
Cuidados
en el hogar
Existen exámenes coprológicos caseros
para detectar sangre microscópica que se pueden recomendar para personas con
anemia o para un examen de detección de cáncer de colon.
ALERGIA A PROTEINA LACTEA
Es un cuadro relativamente frecuente que
se ve en el recién nacido o lactante que ha recibido fórmulas artificiales. Se
ha descrito muy rara vez en niños alimentados al pecho, en los cuales el
antígeno podría pasar a través de la leche materna. Su presentación suele ser
monosintomática, de mínima repercusión en el paciente, y autolimitada. Sin
embargo provoca considerable ansiedad en los padres. Las deposiciones suelen
ser de consistencia normal o ser algo disgregadas, con mucosidades, y contienen
gotas o estrías de sangre fresca o pequeños coágulos. Rara vez, estos niños
presentan, además, eccema, dolor abdominal cólico, distensión abdominal y
vómitos. El diagnóstico es difícil de confirmar con exámenes de laboratorio, de
manera que, cuando se sospecha el cuadro, y una vez descartados los agentes
infecciosos, se puede suspender la fórmula láctea, con lo que debieran
desaparecer los síntomas. Para reemplazar la fórmula láctea se puede usar
fórmulas de soya. La reintroducción de la leche debe hacerse con cautela, ojalá
meses más tarde, vigilando la aparición de cualquiera manifestación adversa. En
oportunidades en que se ha realizado biopsia endoscópica a estos pacientes, se
confirma la inflamación inespecífica en el colon distal.
SINDROME
HEMOLÍTICO URÉMICO (SHU)
Esta entidad consiste en una vasculitis
que se manifiesta, clásicamente por anemia hemolítica, trombocitopenia e
insuficiencia renal aguda. El cuadro clínico es precedido habitualmente por un
síndrome diarréico agudo, con fiebre, dolor abdominal, vómitos y deposiciones
alteradas, generalmente con sangre. Después de algunos días de iniciado el
cuadro diarréico, aparece palidez y oliguria o anuria, y el hemograma muestra
una trombocitopenia y una anemia hemolítica. El sangramiento masivo es una
complicación ocasional del síndrome. Las causas más frecuentes del SHU son
infecciones por bacterias patógenas, particularmente la Escherichia coli
0157:H7, aunque también puede ser producido por Shigella y otros agentes. En el
tratamiento, el elemento más importante a considerar es el manejo de la
insuficiencia renal.
FISURA ANAL
Constituye una causa muy frecuente de
hemorragia digestiva a cualquiera edad. Se asocia habitualmente a constipación
y, con menos frecuencia, a diarrea. El sangramiento es escaso, en forma de
estrías o gotas de sangre roja, que se eliminan con la deposición, o después de
defecar, y se acompaña de dolor anal. El diagnóstico se hace por la simple
inspección anal y el tratamiento consiste en corregir el tránsito intestinal y
en mantener una higiene perianal adecuada, con lo cual la fisura mejora
rápidamente en la mayoría de los casos. Si no cicatriza luego, pasa a
constituír una causa de constipación por retención voluntaria de deposiciones
por el dolor.
PÓLIPOS RECTALES
Junto con la fisura anal, constituyen
una de las causas más frecuentes de hemorragia digestiva en el niño. Son
lesiones prominentes de la superficie de la mucosa rectal, muy frecuentes (se
pueden encontrar en el 1% de los preescolares o escolares), y benignas (ha
habido comunicaciones aisladas que informan del desarrollo de un adenocarcinoma
a partir de un pólipo juvenil, pero esta complicación es excepcional).
Generalmente son únicos, aunque pueden ser numerosos y se localizan en la
región rectosigmoidea, especialmente en los últimos centímetros del recto.
El cuadro clínico es muy típico. Se
presenta en niños mayores de 2 años y se caracteriza por la eliminación
indolora de pequeñas cantidades de sangre fresca, a veces con coágulos, al
final de la defecación. Muy excepcionalmente el sangramiento es masivo y puede
conducir a la anemia aguda. Su crecimiento es autolimitado, ya que al aumentar
su tamaño no aumenta en igual forma su irrigación, lo que lleva a la amputación
espontánea y a la eliminación del pólipo. El tratamiento es la resección
endoscópica, para prevenir nuevos sangramientos. Cuando los pólipos son
numerosos, debe hacerse el diagnóstico diferencial con las poliposis
hereditarias (poliposis familiares y Enfermedad de Peutz-Jeghers). En la
poliposis familiar existen pólipos adenomatosos en el colon que presentan
tendencia a la malignización. En el Sindrome de Peutz-Jeghers existen
hamartomas que se localizan en cualquier parte del tubo digestivo. El
diagnóstico se sospecha por la presencia de manchas melánicas en labios y
mucosa bucal.
DIVERTÍCULO DE MECKEL
Es un cuadro mucho menos frecuente que
los analizados anteriormente.
El cuadro clínico constituye con
frecuencia una emergencia médica, pues provoca hemorragias masivas, con anemia
aguda y shock. La sangre eliminada presenta con frecuencia las características
de hematoquezia, es decir una mezcla entre melena y rectorragia. Es la causa
más frecuente de sangramiento digestivo grave en lactantes previamente sanos,
sin síntomas de obstrucción intestinal.
Ante la sospecha de este cuadro, debe
efectuarse un estudio cintigráfico con tecnecio marcado, que es captado por la
mucosa gástrica heterotópica del divertículo sangrante. Si la historia clínica
es característica y no se dispone de este procedimiento, debe recurrirse a la
laparotomía exploratoria para su confirmación y tratamiento, que es siempre
quirúrgico.
INVAGINACIÓN
INTESTINAL
Constituye una causa frecuente de
hemorragia digestiva en lactantes, especialmente en los menores de un año.
A diferencia del divertículo de Meckel,
en el cual el sangramiento no va acompañado por síntomas de obstrucción
intestinal, en este caso sí hay un síndrome de obstrucción intestinal, con
dolor abdominal habitualmente intenso, intermitente, acompañado de vómitos. En
las primeras 24 horas de iniciado el cuadro doloroso, aparecen deposiciones
frecuentes con mucosidades y sangre de color rojo obscuro (con aspecto de
"jalea de grosella")
Con fines de diagnóstico y tratamiento,
la enema baritada permite visualizar la detención del medio de contraste en el
sitio de la invaginación, que generalmente es la región ileocólica, y en los
casos de corta duración, reducirla. También se puede efectuar la reducción con
aire. Si no se logra la reducción con este procedimiento, debe practicarse la
intervención quirúrgica inmediata.
Solicite
una cita con el médico si:
Presenta
heces alquitranosas (esto puede ser un signo de hemorragia digestiva).
Presenta
sangre en las heces.
Vomita
sangre o un material que se parece al cuncho de café.
Lo
que se puede esperar en el consultorio médico
La
hemorragia digestiva la diagnostica un médico y usted puede o no estar
consciente de su presencia.
La hemorragia digestiva puede ser una
afección de emergencia que requiera atención médica inmediata.
TRATAMIENTO
Transfusiones de sangre.
Líquidos y medicamentos intravenosos.
Esofagogastroduodenoscopia (EGD): una
sonda delgada con una cámara en el extremo se pasa a través de la boca hasta el
esófago, el estómago y el intestino delgado.
Una sonda puesta a través de la boca
hasta el estómago para vaciar los contenidos estomacales (lavado gástrico).
Una vez estabilizada la afección, se
lleva a cabo un examen físico, incluyendo una revisión abdominal detallada.
Igualmente, se le harán preguntas acerca
de los síntomas, como:
¿Cuándo notó por primera vez los
síntomas?
¿Tuvo heces alquitranosas (melena) o
sangre roja en las heces?
¿Ha vomitado sangre?
¿Vomitó un material que se parece al
cuncho de café?
¿Tiene antecedentes de úlcera péptica o
de úlcera duodenal?
¿Ha tenido síntomas como éstos antes?
¿Qué otros síntomas se presentan?
Los
exámenes
que se pueden hacer para encontrar la fuente del sangrado abarcan:
Tomografía
computarizada del abdomen.
Resonancia
magnética del abdomen.
Radiografía
abdominal.
Angiografía.
Gammagrafía
del sangrado (gammagrafía con glóbulos rojos marcados).
Pruebas
de la coagulación sanguínea.
Endoscopia
con cápsula (cámara en forma de cápsula que se traga para visualizar el
intestino delgado).
Colonoscopia.
Conteo
sanguíneo completo (CSC), pruebas de coagulación, conteo de plaquetas y otros
exámenes de laboratorio.
Enteroscopia.
Sigmoidoscopia.
Nombres
alternativos
Hemorragia
digestiva baja; Hemorragia digestiva alta; Sangrado gastrointestinal
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